Anointing Of The Sick |
Uncion de los enfermos |
By the sacred anointing of the sick and the prayer of the priests the whole Church commends those who are ill to the suffering and glorified Lord, that he may raise them up and save them. And indeed she exhorts them to contribute to the good of the People of God by freely uniting themselves to the Passion and death of Christ. (Lumen Gentium 11)
This sacrament is no longer called Extrem Unction, or the Last Anointing, and one should not wait until a person seems near death to call for a priest. The Catechism teaches us, "The Anointing of the Sick" is not a sacrament for those only wh are at the point of death. Hence, as soon as anyone of the faithful begins to be in danger from sickness of old age, the fitting time for him to receive this sacrament has certainly already arrived. If a sick person who received this anointing recovers his health, he can in the case of another grave illness receive this sacrament again. If during the same illness the person's condition becomes more serious, the sacrament may be repeated. It is fitting to receive the Anointing of the Sick just prior to a serious operation. The same holds for the elderly whose frailty becomes more pronounced. (Catechism 1514 and 1515). With fewer priests serving in the parish in recent years, it is good to anticipate the need for this sacrament and call ahead to make arrangements for a priest to celebrate this sacrament with a baptized person in need. |
Por la sagrada unción de los enfermos y la oración de los sacerdotes, toda la Iglesia encomienda a los enfermos al Señor sufriente y glorificado, para que los alivie y los salve. Y los exhorta a contribuir al bien del Pueblo de Dios uniéndose libremente a la Pasión y muerte de Cristo. (Lumen Gentium 11)
Este sacramento ya no se llama Extremaunción o Última Unción, y no se debe esperar a que una persona parezca estar próxima a morir para llamar a un sacerdote. El Catecismo nos enseña que la Unción de los enfermos no es un sacramento sólo para los que están a punto de morir. Por eso, tan pronto como un fiel comienza a estar en peligro por una enfermedad de vejez, ciertamente ya ha llegado el momento oportuno para que reciba este sacramento. Si un enfermo que recibió esta unción recupera la salud, en caso de otra enfermedad grave puede recibir nuevamente este sacramento. Si durante la misma enfermedad la condición de la persona se vuelve más grave, el sacramento puede repetirse. Es conveniente recibir la Unción de los Enfermos justo antes de una operación grave. Lo mismo se aplica a los ancianos cuya fragilidad se hace más pronunciada. (Catecismo 1514 y 1515). Como en los últimos años hay menos sacerdotes sirviendo en la parroquia, es bueno anticipar la necesidad de este sacramento y llamar con anticipación para hacer los arreglos necesarios para que un sacerdote celebre este sacramento con una persona bautizada que lo necesite. |